martes, 4 de octubre de 2011

“Trece veces veinte años, y después siempre volverá a comenzar”

Quién no ha llorado por alguien? quién no ha perjurado no volver a pensarlo/a? lo que no podés hacer, es evitarlo. Como el pensamiento maya, basado en el más exacto de los calendarios hasta ahora utilizados, el tiempo es cíclico. Uno no está seguro de lo que pasará por si ya ha pasado antes y hay que esperar que termine el circulo... Las profesías se basaban en hechos del pasado. Una especulación basada en la rutina. Entiendo así, que lo único que tenía sentido entonces era el presente.

Era más blanda que el agua,
que el agua blanda,
era más fresca que el río,
naranjo en flor.
Y en esa calle de estío,
calle perdida,
dejó un pedazo de vida
y se marchó...

Primero hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y al fin andar sin pensamiento...

Perfume de naranjo en flor,
promesas vanas de un amor
que se escaparon con el viento.
Después...¿qué importa el después?
Toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado,
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.

¿Qué le habrán hecho mis manos?
¿Qué le habrán hecho
para dejarme en el pecho
tanto dolor?
Dolor de vieja arboleda,
canción de esquina
con un pedazo de vida,
naranjo en flor.

0 comentarios: