jueves, 30 de enero de 2014

No salgas con una chica liberal

No salgas con una chica liberal.  Se creera nostradamus. Repetira hasta el cansancio la frase te lo dije hace meses que esto iba a pasar. La seguiras a lugares que nunca visitaste en la ciudad que te vio nacer. Tomara trenes y colectivos y fruncira la frente cuando ira sentada en el tren al lado de una remera del che guevara. Llorara desconsoladamente de lunes a viernes a las 8pm.

No te conviene. Hablara de contratos y no de registro civil. Balbucera una semantica que no has aprendido en la universidad. Ni en la maestria. Dibujara circulos con sus ojos cada vez que algun funcionario diga la palabra social para justificar un nuevo impuesto. Lo llamara robo.

Llevara a cada debate familar una copia de la constitucion. Te aseguro que a su primer hijo lo llamara Juan Bautista. O Bautista Juan. Al segundo, quizas, lo llame Justo Jose. Llamara peronistas a los peronistas. Y asesinos a los asesinos. No podras herirla de ninguna manera verbal. Es inmune por tantos insultos de quien define por comunistas. Entenderas que la politica para ella es mas sencilla. Son todos estatistas.

Sal con una chica peronista. Invitala a tomar un cuba libre y habla de la utopia socialista. Pon cara de que es un rico ron, porque es industria nacional. Bien popular. Sal con una chica peronista. Hablale de ciencia ficción y de leviatantes magicos, seran sus cuentos favoritos. Susurrale 'soberania' cuando la invites a pasar a tu cuarto. Esconde esa remera con bandera inglesa de alguna banda perdida de tu tardia adolescencia. 'Sonrei', decile, que cocine pastel de papa, la comida favorita del Pocho.

Pero no te entendera cuando hables de la imposibilidad del calculo economico. Cerra y esconde el libro de Menger, Mises y Hayek antes que te pregunte por que te interesa tanto la economia de un pais como austria. Y pidas desaparecer. Y prefieras hablar del nuevo corte de pelo de Jessica Cirio.

Sal con una peronista. O mejor aun, con una que aprendió.