domingo, 24 de agosto de 2014

El número feliz

A Buenos Aires le sobran tarjetas SUBE. Creo saber que esa es la causa de las caras largas de los porteños todas las mañanas.

Nada de pensar que la falta de maquillaje de las mujeres arriba de 25 tiene algo que ver con la crisis económica o el cepo cambiario que hace que la oferta local de makeup sea casi nula. Tampoco creamos que la falta de corbatas se debe a una nueva tendencia de la moda. Para nada.

No culpemos al default. El default también se debe a lo mismo. Ni que hablar de cómo bajo el precio del peso o subió el kilo de salmón del pacífico. El hecho de que hayamos perdido la final del mundo también se debió a lo mismo. Es así. Lo veo tan pero tan claro ahora.

Me subí al 152 rumbo a La Boca sin la SUBE. La perdí, debe estar en el universo paralelo de mi escritorio. O no. Quién sabe. Pedí un boleto de 6 pesos con algo. Increible, poner las moneditas en el aparato se sintió como el episodio de las escaleras de Odesa.

Pero ya les revelé al principio el génesis de nuestro problema. Pero lo haré de nuevo. A la Ciudad le sobran SUBE y le faltan boletos capicúa. Existía ese efímero segundo entre que agarrabas el boleto y mirabas su número. Eso, señores, era la felicidad.


jueves, 30 de enero de 2014

No salgas con una chica liberal

No salgas con una chica liberal.  Se creera nostradamus. Repetira hasta el cansancio la frase te lo dije hace meses que esto iba a pasar. La seguiras a lugares que nunca visitaste en la ciudad que te vio nacer. Tomara trenes y colectivos y fruncira la frente cuando ira sentada en el tren al lado de una remera del che guevara. Llorara desconsoladamente de lunes a viernes a las 8pm.

No te conviene. Hablara de contratos y no de registro civil. Balbucera una semantica que no has aprendido en la universidad. Ni en la maestria. Dibujara circulos con sus ojos cada vez que algun funcionario diga la palabra social para justificar un nuevo impuesto. Lo llamara robo.

Llevara a cada debate familar una copia de la constitucion. Te aseguro que a su primer hijo lo llamara Juan Bautista. O Bautista Juan. Al segundo, quizas, lo llame Justo Jose. Llamara peronistas a los peronistas. Y asesinos a los asesinos. No podras herirla de ninguna manera verbal. Es inmune por tantos insultos de quien define por comunistas. Entenderas que la politica para ella es mas sencilla. Son todos estatistas.

Sal con una chica peronista. Invitala a tomar un cuba libre y habla de la utopia socialista. Pon cara de que es un rico ron, porque es industria nacional. Bien popular. Sal con una chica peronista. Hablale de ciencia ficción y de leviatantes magicos, seran sus cuentos favoritos. Susurrale 'soberania' cuando la invites a pasar a tu cuarto. Esconde esa remera con bandera inglesa de alguna banda perdida de tu tardia adolescencia. 'Sonrei', decile, que cocine pastel de papa, la comida favorita del Pocho.

Pero no te entendera cuando hables de la imposibilidad del calculo economico. Cerra y esconde el libro de Menger, Mises y Hayek antes que te pregunte por que te interesa tanto la economia de un pais como austria. Y pidas desaparecer. Y prefieras hablar del nuevo corte de pelo de Jessica Cirio.

Sal con una peronista. O mejor aun, con una que aprendió.