jueves, 17 de enero de 2013

Ajlan

 Debe haber sido que me dormí entre los check points.


Belén estaba sentada en el asiento de la ventana, demasiado abrigada para la fecha, octubre. Si mal no recuerda ella, el viaje se programó unos días después del cese de bombardeos en Gaza. Estaban en un bondi marca Mercedes a unos pasos del río Jordán y deben haber estado hablando de la película argentina del año 92, El Lado Oscuro del Corazón, porque se los veía muy animados. A su lado, y mientras el colectivo con chapa jordana empezaba a retroceder para salir, estaba Juan, acomodando el lente 55-200 de la d3100 que acababa de comprarse.

10 dinares de impuesto de salida (creo que nunca voy a terminar de entender eso), creo que habían un par de americanos. Ah, un español que vivia en USA, algunos coreanos y el resto todos palestinos. Palestinos o palestinos-jordanos en un colectivo rumbo a... Israel. 

Llegaron al primer check point (5km por la ruta) con las ametralladoras esas que no son las soviéticas, por supuesto. A los costados, soldados. Siguieron arriba por unos 120 segundos más hasta que se abrieron las puertas y la primera cola que ya les habían advertido.

Vas a tener unas 3 horas de espera en la frontera. 

Les dijeron. No lleven los hatta (pañuelos arabes de hombre), no lleven nada de Jordania. Viajen livianos. Respondan corta y educadamente a los oficiales migrantes. Vayan preparados. Y finalmente que se cuiden que los israelitas son jodidos.

Segundo check point. Pasa Juan, paso yo. Solo mostrar el documento. El la primer cola, una peruana-palestina les muestra a modo anecdótico su visa para poder entrar. Ella vive cerca de Bethlehem, trabaja en una coperativa. Habla buen español limeño de miraflores. Les traduce, porque un arabe le quita el pasaporte a Belén para ponerle algún tipo de sticker.

No se preocupen. Acá les pegan viste una sticker que dice que entran sin maletas. Ven, ahí les marca el número cero. Tranquilos. 

Pasaron el primer control. Otra cola.

Oh. Argentinos. Sonrisa. Que disfruten su estadía me dice que israelita con fusil en un castellano porteño sacado de los peores capítulos de Rebelde Way y Chiquititas.

Tres mostradores diferentes. Una para Palestinos. Otra para jordanos y otra para el resto del mundo. Nunca tan felices por tener un pasaporte mercosur. Reproducciones, ahora, de la conversación con la oficial en cargo.

por favor me entrega el L-17 form. Debo regresar a UAE. No me estampe el pasaporte. (Caradepocosamigos)
a que venís a Israel?
turismo. a conocer jerusalem.
y donde te vas a quedar, pasame la reserva del hotel
no tengo, hay vasta disponibilidad dada por los sucesos de la semana pasada.
como se llama tu padre?
eduardo
cómo se llama tu abuelo, tenés familares en Jordania?



5 minutos después, sin inspección de equipaje cruzaron la línea imaginaria que separa el mundo arabe del... arabe y hebreo. Todas las señales de tráfico, todos los carteles de publicidad, todos los servicios están en tres idiomas. Inglés. árabe y hebreo. La mayoría fala estos tres. Sin mayores inconvenientes se adentraron en un desierto. En otro más. Este aún más conflictivo. Este, un desierto con aire más espeso y con presión baja.

Cerré los ojos y me imaginé las catapultas de las primeras cruzadas. 

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