jueves, 8 de septiembre de 2011

AR 1280

Encontré el corcho del champagne que abrió mi vieja cuando me recibí, el 28 de febrero de 2008, cuando ordenaba los cables de mi caja de cables de camaras varias, usbs, disco externos, y otros gustos.
Y ya tengo pasaje para irme a Chile el domingo 11 se septiembre. Sí, si fuera por mí hubiera elegido volar un día antes y evitar preocupaciones de este día tan suceptible. No me gusta Santiago, no me gustó Valparaíso. No me gustó Viña del Mar. Me contaron en un bar tomando una Otro Mundo, que los lugares dependen mucho del estado de ánimo en el momento en que llegás. En su momento no pude conocer la casa de la moneda y estuve muy poco tiempo en la plaza de las armas. Hay mucho smog y no me tomé el subte. Tampoco conocí la casa de Neruda y caminé muy poco por las condes. Fue uno de esos viajes que nos subimos al auto con una canasta de comida, nos miramos, y con el mapa decidimos encarar el oeste para el lado de San Luis.

Y como un día pensé en hacerme rulos y ya crucé el mula la cordillera por siete dias durmiendo sin carpa, creo que las cosas que dejo sin hacer, y para no quemarlas, como me dijeron por bb hace un rato, no las cuento. Ya las saben.

1 comentarios:

(a)nónimo dijo...

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