sábado, 16 de octubre de 2010

II

Anteojos negros en la guantera. Cerrá la ventana, hay mucho viento nena. Es 3 de enero, me sofoco. Ramal Escobar y me acuerdo de él que vivía por ahí. Me pierdo con la mente, pero miro fijo una gigantografía de colchones al costado de la ruta. Che, lolo, sacate los auriculares, sos un embole flaco. Charlemos. Qué difícil es volver a un lugar donde la pasaste tan bien. Qué tema las expectativas que siempre siempre desentonan con la realidad. No hay caso. Tenes las luces bajas puestas no? Mirá que hay controles llegando a San Nicolás.

Estaba de novia? Sí, sí creo que sí. Igual, no pensaba en eso. Estaba sin hambre, el calor me pone así, insoportable. Eran las 7, el sol de frente. Saco los anteojos de la guantera, los abro, están sucios. Miro el mapa, las indicaciones impresas 5 minutos antes de salir y miro al horizonte. Agarremos para el norte y preguntá en el proximo peaje si vamos bien. No entiendo para qué se fue a vivir afuera. Me llama mi novio en ese entonces, otra vez? Hola mi amor. Si, estamos en la ruta. Ok, besos yo también. Qué ganas de estar encima que tienen algunos. Hago mate? Lolo, le pongo azucar está bien? Corrientes: 360 kilometros. Un vuelto.

Belu, mirá a la derecha, ya ya mirá. Qué es? Ni idea, paerece la feria del gauchito gil. Que bizarro. Y por acá no está lo de Gilda?

Vuelvo a pensar en los tiempos. Cuán irreal puede ser un 3 de enero en corrientes? Cuánto dura un día ahí? Y cuánto dura un día para quien se quedó allá?
Mirá donde vamos a parar. Goya ja. Qué novedad.

0 comentarios: