jueves, 8 de julio de 2010

El sentido del sinsentido

Esa diferencia clave entre ser turista y ser viajero. Esa misma que existe entre los uruguayos y los argentinos, entre las mediaslunas y los vigilantes. Esa diferencia es clave para entender los detalles, los sutiles detalles de la vida cotidiana de los habitantes de esta ciudad de Buenos Aires.

Anoche soñé con dos calles de Nueva York. Era un sueño en blanco y negro, con luces de fondo borroso, y yo caminaba con tacos negros por una vereda no tan angosta. No se si estaba perdida o buscaba escaparme. Respiraba esa lluvia finita, incómoda y helada. Pero bien podrían ser calles de Bogotá, o Buenos Aires o París mismo. Cómo sabía yo que era NY? No sé, eso mismo me pregunto ahora. Lo sentís. No se explica sino.

La locura es como la mentira, en el sentido de que toda mentira tiene algo de verdad? En el sentido de que los locos, como los borrachos, no mienten? Chesterton dijo alguna vez que “loco no es el que ha perdido la razón, sino el que lo ha perdido todo, todo, menos la razón”. Pero que sería la vida sin las locuras, sin los vicios, sin las musas, sin las noches oscuras, sin los sueños de dos calles…

Tenía tacos ayer cuando volvía de cenar con unos amigos. Caminaba por alguna calle de Buenos Aires cuando vi luz y paré a comprar chicles. Un setentón adelante mío me mira sin mirarme, y le pregunta al desvelado kiosquero cómo había salido Uruguay. Responde “ta, ta, gracias”. No hacía falta más, había perdido su equipo. Se prende un Camel –canchero- pide permiso y camina hacia el lado de La Boca por Libertador. Sigo media cuadra más cuando me cruzo con una pareja homosexual, el de veinti largos me mira fijo y sin drama alguno, me fusila un ‘sos muy linda, pero votá a favor de la ley de matrimonio homosexual’. Yo no sé.

De fondo suena Océano FM, la radio uruguaya. Hablaba con mi amigo de Montevideo sobre el gol de Holanda. Afuera hacen 9 grados y la temperatura baja como bomba de MacGyver esperando a ser desconectada. Bizarras las noches porteñas. Locura con fernet. Salud.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me mato el gay piropeador..y hoy antes de salir, me guardo en el bolsillo la frase de los locos!
Bs!