lunes, 19 de septiembre de 2011

A 3400 metros

Y empiezo por el final, como mortal que soy, lo asumo. 21.55 salía mi avión de AR 1289 rumbo a aeroparque, cena incluida. Desaconsejando toda medida de seguridad de los grandes aeropuertos del mundo, esta vez, el check in abre -recién- 2 horas antes. Por lo general, nunca llego antes de eso, pero ya era harta cola cuando llegué a las 8 al stand 31.
Probaste el terremoto? indaga coquteando el de migraciones chileno. Dice usted el sismo del miercoles? se rie, no entiendo. Me sella, levanta la vista, sonríe: no, digo el trago, terremoto, poco de pisco, poco de su fernet y coca.



22.30 y seguía en la gate 12 esperando al avión. Me hago amiga de dos veintiochoañeros, argentinos, que me cuidan las cosas mientras busco un café en DD, mi lugar favorito en el mundo. Yo no entiendo - medita uno de ellos- porque se hacen los cancheros y ponen 21.55, 21.34, ni que fuera a salir puntual. Es que -lo sigue el otro- cuando uno compra aerolineas sabe que está expuesto a esto. Sigue el otro sin escuchar al amigo - Estos pibes deberían poner directamente, este vuelo sale en turno noche, y chau viste, se olvidaron, puede salir de 20 a 24 horas, en algun momento. Risas.



Las fiestas patrias chilenas son una especie de rito nacional. Como navidad en el Vaticano, algo así. Se habla, se orna cada oficina, se regalan alfajorcitos, banderas de acá, banderines de allá. Copa América una arbeja comparado a este festejo. Se trabaja el viernes hasta las 13, y después a comer parrillada -nada que hacer al lado de las nuestras- y mirar un poco de la cueca y tener un poco de suerte que no te inviten a hablar o contestar siquiera en estos días; implicaría un cambio abismal de simpatía a una agria casi de tipo reflejo, contestación: ah, argentina seguido de un comico? visssste, boludo, y che.


Me buscó el Bicho por Apoquindo y Manquehue, pleno Las Condes para salir rumbo a las montañas. A Vicente, bicho, no lo conocía, era amigo del Irra, amigo de la Nacha, conocida de Nazelí. Así que te gusta la montaña, me comentó el Irra, y si po, como no iba subirte (pasaje a Farallones, pueblo a 6k del centro de ski El Colorado, la Parva y a 15k de Valle Nevado alrededor de 100 pesos). Eramos, los esquies, el bicho, su polola, otra nacha, y yo. Llegamos al hostel del Irra hora y 15 minutos después en el pueblo Farallones a las 17. Llegaste justo, tu sabes, hoy hay fonda. Fonda qué?

Jugaba de visitante. Y te viniste sóla a la nieve? a la montaña? y no conocías al Irra? Tan raro es che? y si, pero contame, la fonda, qué es? Basicamente son cuatro cosas -voz de la experiencia- pisco, cola, musica, cueca, cachai?

Me sube el Jack, con la Nata el sabado, alquilo esquíes gracias al descuento del bicho -instructor en la parva- y vuelvo en un auto con el Irra y Guillermo. Diclofenac, siesta, y seis tequilas. Baile. Barra. Mas baile. Amanecí sin penas a las 9, exitada por estar ahí, por sentarme en la terracita con un café con mucha azucar y un pancito recién salido del horno. Me esperaba un día eterno. Subí de nuevo con los mismos, mismos esquíes, otro pase. 3pm, encaro sola la vuelta, con mochila de por medio a dedo para santiago en dos tramos, mitad un carabinero, mitad 3 pibes y una mujer que me dejaron cerca de la gloria. Taxi, aeropuerto.

Por ley, nadie podía trabajar ni ayer domingo ni hoy lunes. Hasta el duty free shop estaba cerrado. Me cuenta el remisero - mientras paramos en un super a comprar pisco Alto del Carmen- que sólo podían abrir aquellos dueños directos, sin tener empleados a su cargo salvo familia. Que ese día se descanza por la patria. Habría que ver si la Patria te pasa un litro de leche después pero me parece que no te hace la gauchada. Yo hubiera puteado -le digo- sabés que bien que pagan las horas extras? Me mira por el espejito: dimelo a mí...guiño.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me falta una mujer,
me sobran seis tequilas.

Lindo viaje, Bel.
suf.