viernes, 7 de junio de 2013

Te acordás ese día?

Y están los días comunes, que no pasa nada. Esos días que se confunden con el resto. Los días tapón. los días parentesis. Los días que se sacrifican para que existan los otros. Esos otros son los que te suman o te restan fuera del parentesis. Esos días son los raros, los inesperados, los tristes, los excepcionales, los incómodos, los extremadamente largos (días insomio), los anecdóticos, los días primeras veces y los días de despedidas.

Hoy fue uno de esos.

Y hablabamos de las decisiones que te marcan, que te hacen conocer gente, que te imprimen el plan de viaje. Me habló justo en el 152 a las 12.04, mucho frío hacía esa noche y yo había dejado el blazer en casa. Hacían semanas que no escuchaba su voz. La última vez estuvo en mi casa fumando shisha y recitandome los presidentes de la argentina con una inexplicable memoria. Con los pies sobre la pared blanca de casa, traté de cantarle los presidentes de los vices que me iba dictando, en vano. Sabía solo dos o tres. También me preguntó el orden de los 6 que vinieron despues de De la Rua. Fue esa conversación que tenés con alguien solamente porque estás aburrido esperando tu parada para bajarte. le dije que volvamos a vernos.

Caminaba por marcelo t y florida y me sonrie. 12.05 del mediodia.

Me encantan esos días que te encontras con gente por la calle, o en la parada del colectivo, o arriba del tren. O en otra ciudad. Me encanta que la improbabilidad tenga un horario y una coordenada. No puedo pensar que fue casualidad. Las casualidades cuando son casualidades, no existen.

domingo, 2 de junio de 2013

Extractos de una noche de lectura violenta

Me desperté hoy y al lado mío en la cama había una chica.

Abrí los ojos y lo primero que hice fue estirarme y destaparme de todas las frazadas. Tardé cinco segundos en darme cuenta en qué lugar del mundo me encontraba. En que ciudad, en que mes, y en que diemensión. Estoy en la calle Esmeralda, ciudad de buenos aires, mes de junio, con mi mejor amiga que se quedó a dormir como en los viejos tiempos después de una noche de cerveza tirada, dardos y botas texanas (es largo)

Anoche me quedé la tarde leyendo el libro de mi amiga que viaja, Ani. Me dio el manuscrito (va, la primera version de su libro) para que la lea, opine, edite. No voy a sacarle el crédito ni adelantarles nada pero dice, que el primer viaje es como el primer amor y que ir conociendo las ciudades depende mucho de la experiencia personal de cada quien. Yo coincido. Y me puse a hacer memoria de las distintas anecdotas que me pasaron en muchas ciudades en las que he estado, pasado, vivido, visitando o tratandome de escapar de otras. Por que es asi, hay ciudades que sirven para escaparse de otras. Como las relaciones y las parejas. De esta manera, hay ciudades que te terminás enamorando con el tiempo, como Dubai, o son tan feas que te empiezan a generar ternura y te querés transformar el árbol para no irte nunca más. 
Me pasó en Chichicastenango en Guatemala, que la recorrí con 41 grados de fiebre y sin ibuprofeno ni paracetamol. Crei que me moría y bajé cinco kilos en una semana. Extendimos el tiempo en la ciudad feria indigena más conocida de ese pais centroamericano. Desde mi ventana venía gallinas, mamás llevando a su hijos envueltas en esa manta de colores, tamales, y montañas. Me acuerdo también la vez que volví a las seis de la mañana en Atenas después de escalar un monte y escribir mi nombre en una roca arriba de todo, y me abrió un boxeador yankee totalmente desnudo puteandome en español gallego (compartiamos el depto con varios). Me desperté pensando en ese recorrido en Estambul con un taxi, tipo persecusion de duro de matar, cinco o seis cuadras contramano, subiendose por la vereda cerca del barrio de taxim. De como me desloqué el hombro en una montaña cerca de Mendoza, Argentina. Como me miré con un mozo francés cuando cenaba en un restoran de paris, en el barrio latino. De las lluvias infinitas sin paraguas de londres. De como me escondi tomando mate en el primer dia de ramadan, camino a Fujeriah, Golfo de Omán. Del abarazo con Vicky después de tantos años de no vernos en la plaza mayor, Madrid y de aquel otro abrazo de despedida con Asaad en el aeropuerto de Amán. 


martes, 28 de mayo de 2013

los shorts de la discordia

Miré a mi alrededor doblando la cabeza hacia la izquierda. Todavía faltaban cinco minutos. Había cerrado el departamento con doble llave, por las dudas, bien de manual. Vívia en el segundo piso de un departamento nuevo sobre un boulevard a un par de kilometros de la casa de una de las princesas. Estaba en Amán.

Hacían unos 20 grados empezando octubre. Había bajado rápido por las escaleras porque tengo cierta aprensión a los ascensores hermeticos. Prefiero los viejos de tijera, viejas mañas que le quedan a uno y por dos pisos no iba a improvisar en aventuras. Todavía se podía oler el viejo olor a construcción, a cables mojados y tirados, escombros en un rincón y hasta un telefono verde a pulso. Me acuerdo porque sonreí, tengo uno igual pero rojo. Con ese hablo con Clarín.

Me buscó cuatro autos azules después de que bajé. O cinco. Lo suyo no era puntualidad alemana, pero me dijo algo en arabe que nunca llegue a entender, sonrió, cerré la puerta y avanzamos hasta el primer semáforo. Shorts de jean, remera con bikini abajo. Bolso de playa.

Hacía muchisimo tiempo que alguien no me miraba así. A tal punto que me miré a ver si no habia salido con las pantuflas puestas (me ha pasado). Esa mirada de sorpresa, de atención previa a una semifinal por penales. Bajé la ventana para escaparme de ese aroma de limón de lavadero de auto barato. Tenía sed. Y mucha. Aproveche la musica para mirar al costado, un hombre acarreaba unas 23 cabritas por el costado de la avenida del barrio universitario. Sonrei de nuevo, debe ser Moises. Creo que salió el tema del ateismo. De porque tengo un tatuaje y mi amor por la idea de la independencia y la soledad de la rutina de vivir sola. Paramos dos semáforos después. Lo miraba, era tan pero tan lindo.

Me corre la cara y me dice que los de al lado me estaban mirando las piernas. Y si, amigo, pasa. Los hombres miran siempre. Pero me miraban como si no hubiesen visto unas piernas destapadas jamas en su vida. Los jordanos tendrian unos 30. Casi se baja a matarlos cuando cambió la luz. Dos minutos más cerca del mar muerto le pedí parar a comprar una coca en la estación de servicio.

Ashara, shukran. Algo asi como que le cargue 10 dinares (12 euros) al tanque. Quise bajar a comprar mi gaseosa, pero no hubo manera de disuadirlo. Bajar en shorts camino a la playa era como salir desnuda al central park en pleno febrero. No hubo caso. me quede en el auto incapaz de bajar así vestida.

Primera y última experiencia en shorts. Hola bufanda. Pero ese es otro capítulo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Entrevista en FM Identidad


lunes, 6 de mayo de 2013

Preboliche

-Ella está en un partido político, dijo Pepi mientras me llenaba el vaso de una Palermo sin gas

Es una de esas noches que apostás tres pesos y terminás ganando cincuenta y te vas. hasta que alguien, cualquiera, te mira y frente a seis pibes divinos te la manda a guardar. Si, ella, Belén, la del vestido negro, esa es política. Chau, todo encanto, todo delineador, toda sombra que te pusiste es al pedo, perdiste automaticamente todo el encanto de mujer. Pasaste a ser un objeto de desprecio por todos los que te rodean. Es más, suele suceder que se corren la silla para los costados, como dejandote el aire. Será que se darán cuenta que te cuesta más trabajo respirar. No por vos, sino por la piedra de tu amiga y el resto de su santisima inquisición.

Sepan que si te dicen ella anda en politica, es porque no te quieren. los unicos que podrian congraciarse  por ello es si ellos mismos están en el mismo reino. Pero no suele suceder. Por el contrario, después del dictado del crimen viene la sentencia social.

- Ah si? Y donde militas?

Fuiste. Por más paraguas que abras, por más copa de etiqueta negra que pongas sobre la mesa tu condena es firme y tu sentencia es el exilio del resto de las conversaciones. El silencio después de la pregunta es solamente para darle el dramatismo de las comedias griegas.

Hay algo peor a eso que acabas de vivir?

Si, claro. Y como estás en el baile, bailás.

- En el Partido Liberal

Pena de muerte por bruja, a una mujer que escribe con la izquierda y que te dice que el estado es el papá de todos los males.

Y yo ya cambio cerveza por whisky sin hielo. A la salud de todos los estatitas.




sábado, 4 de mayo de 2013

ella le pidio que la llevara al fin del mundo

me hice un rodete a medio hacer, sin gomita, me puse una hebilla para el flequillo y empecé a escribir. me acordaba de esa noche. esas noches que cuando alguien te pregunta, y por qué no me contás una anécdota, te acordás de esa, justo de esa noche.

me había puesto unos tacos, medias negras no muy opacas y un vestido atado en la cintura por una cintita que encontre por ahí. media cola en el pelo con una hebillita verde de mariposa. me pasó a buscar en un auto gris, de esos que no podés acordarte la marca. pensé recién, uno de esos comunes, que tienen unos cuatro, cinco años. me agarró una puntada en el corazón. debe ser que tuve un soplo en el corazón de chiquita que me repercute ahora. si, claro. no es que me muera de ganas de verlo.

tardé dos tragos en enamorarme y tres llamados en desenamorarme.

marqué tu número sin quererlo. pensé tu nombre mientras rompía tu recuerdo en tres tequilas. saque el primer pasaje a la intemperie del primer hombre que me invitó a salir. y aun así, acá estoy. con vos, sin vos.

te espero,

yo, las tres aeme.


lunes, 29 de abril de 2013

me dijeron que escriba lo que se me cruzara por la cabeza

me dijeron que el silencio es complice. que el silencio dice mas. que la indiferencia mata y que el queso roquefort es horrible. que el olor a cerezas con hielo te hizo acordar a mi y que suipacha no deberia ser peatonal. que no te vuelva a hablar. que si no tenemos palabra no tenemos nada. o nada bueno, que se yo. como si el cambio de pensar no fuera habitual. 
me pare, me acerque a la computadora que agonizaba en los ultimos ocho minutos de bateria y compre el primer pasaje a montevideo via colonia. a mi, te juro, la yerba canarias no me gusta. me dijo mariel que las yerbas comunes menos la merced tienen no se que que las hace mas industriales y berretas. me sugirieron tambien que lea bodas de sangre, que la tengo ahi esperandome hace decadas y que no puede ser que me guste lavar los platos. ah, que deberia empezar unas sesiones de terapia. eso, y la lista de supermercado para esta semana

espinaca
manteca
chuker 
yogourisimo con los cerealitos
milanesas de soja tipo caseras
1 k de papa
dos cebollas
150 de queso
tres latitas de coca light y uan de zero
1 de tonica
1 malbec malbec
servilletas
crema humectante
pimienta
aspirinas