Y están los días comunes, que no pasa nada. Esos días que se confunden con el resto. Los días tapón. los días parentesis. Los días que se sacrifican para que existan los otros. Esos otros son los que te suman o te restan fuera del parentesis. Esos días son los raros, los inesperados, los tristes, los excepcionales, los incómodos, los extremadamente largos (días insomio), los anecdóticos, los días primeras veces y los días de despedidas.
Hoy fue uno de esos.
Y hablabamos de las decisiones que te marcan, que te hacen conocer gente, que te imprimen el plan de viaje. Me habló justo en el 152 a las 12.04, mucho frío hacía esa noche y yo había dejado el blazer en casa. Hacían semanas que no escuchaba su voz. La última vez estuvo en mi casa fumando shisha y recitandome los presidentes de la argentina con una inexplicable memoria. Con los pies sobre la pared blanca de casa, traté de cantarle los presidentes de los vices que me iba dictando, en vano. Sabía solo dos o tres. También me preguntó el orden de los 6 que vinieron despues de De la Rua. Fue esa conversación que tenés con alguien solamente porque estás aburrido esperando tu parada para bajarte. le dije que volvamos a vernos.
Caminaba por marcelo t y florida y me sonrie. 12.05 del mediodia.
Me encantan esos días que te encontras con gente por la calle, o en la parada del colectivo, o arriba del tren. O en otra ciudad. Me encanta que la improbabilidad tenga un horario y una coordenada. No puedo pensar que fue casualidad. Las casualidades cuando son casualidades, no existen.
Hoy fue uno de esos.
Y hablabamos de las decisiones que te marcan, que te hacen conocer gente, que te imprimen el plan de viaje. Me habló justo en el 152 a las 12.04, mucho frío hacía esa noche y yo había dejado el blazer en casa. Hacían semanas que no escuchaba su voz. La última vez estuvo en mi casa fumando shisha y recitandome los presidentes de la argentina con una inexplicable memoria. Con los pies sobre la pared blanca de casa, traté de cantarle los presidentes de los vices que me iba dictando, en vano. Sabía solo dos o tres. También me preguntó el orden de los 6 que vinieron despues de De la Rua. Fue esa conversación que tenés con alguien solamente porque estás aburrido esperando tu parada para bajarte. le dije que volvamos a vernos.
Caminaba por marcelo t y florida y me sonrie. 12.05 del mediodia.
Me encantan esos días que te encontras con gente por la calle, o en la parada del colectivo, o arriba del tren. O en otra ciudad. Me encanta que la improbabilidad tenga un horario y una coordenada. No puedo pensar que fue casualidad. Las casualidades cuando son casualidades, no existen.
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