domingo, 17 de noviembre de 2013


domingo, 30 de junio de 2013

Colectivo berlinés

Hacía mucho que no me pasaba algo por el estilo. O creo que hace mucho que no lo buscaba. La verdad es que pasó así sin más introducción que estas líneas.

Eran las 7.55 me acuerdo porque me peiné rápido ese día miércoles. Me puse las lentes de contacto casi sin mirarme al espejo, me agarre el pelo con una mano y lo sujeté con una bic azul. Guardé la llave del hostel en el bolsillo de atrás del jean, empujé las ojotas debajo de la cama y volví a mirar el reloj. 7.59.

El coletivo berlines. Ahora que me pongo a escribir, tiene algo de que rima con un perro andaluz. Un colectivo berlines. Queda lindo. En fin, estaba yo arriba del TXL rumbo al aeropuerto de Tegel a buscar a Marcelo, un amigo que llegaba desde Londres. Abrí el mapa porque sabía que tenía una hora de viaje teniendo en cuenta el trafico matutino y no hay nada más que hacer cuando el celular se convierte en un instrumento elemental. De repente…

-Do you need help?

Y sin otro aviso se me sentó al lado con el colectivo casi vacío porque recién arrancaba el recorrido.

Le dije que no pero no llego a escuchar mi respuesta que siguió sólo hablando. Me contó que es periodista, que trabaja freelance. Que escribió un libro. Y que parecía yo preocupada. Que debería llamar a mi madre todos los días, que ella me extraña. Y de un momento a otro me confesó que él sabe porque los hombres no quieren comprometerse. Que porque las mujeres los terminan dejando. Que su libro es sobre eso y porque la mujer tiende a volverse lesbiana frente a este contexto social. Que el se inició sexualmente a los 21 con quien fue su mujer. Mira su maletín, quedaban aún un par de paradas para ir al seminario de periodismo. Que en su época (y se rasca la pera) las mujeres tardaban 5 meses es darte un beso. Que ahora los hombres no las quieren porque se regalan y eso aburre. Yo miraba al frente pidiéndole a los dioses griegos que se apiaden de mi. Me preguntó si tenía novio. Le dije que no. Mejor, responde. No te vas a casar antes de los 30. Mi ocráculo sentenció. Si, ahí dije, claro que si, este es un oráculo que salió de la nada, se sentó al lado y vaticinó mi futuro a mediano plazo. Que grande.

Después desbarrancó un poco más. Preguntó sobre mi pasado con los hombres, con el índice de homosexualidad en Latinoamérica. Le dije que no le iba a responder. Que no corresponde. No lo conozco ni me interesa compartir esa información con él. Dedujo que me inicié a los quince y que en latinoamerica andan todos embarazados. Lo surreal de la escena en el colectivo berlines temrinó a eso de las 8.50 cuando se bajo poniéndose el sobrero y saludando con un gesto de la cabeza.


Y recordá saludar a tu madre.

martes, 18 de junio de 2013

The Libertator

I am aware, that many object to the severity of my language; but is there not cause for severity? I will be as harsh as truth, and as uncompromising as justice. On this subject, I do not wish to think, or speak, or write, with moderation. No! no! Tell a man whose house is on fire, to give a moderate alarm; tell him to moderately rescue his wife from the hand of the ravisher; tell the mother to gradually extricate her babe from the fire into which it has fallen; but urge me not to use moderation in a cause like the present. I am in earnest — I will not equivocate — I will not excuse — I will not retreat a single inch — and I will be heard. The apathy of the people is enough to make every statue leap from its pedestal, and to hasten the resurrection of the dead.

source 

viernes, 7 de junio de 2013

Te acordás ese día?

Y están los días comunes, que no pasa nada. Esos días que se confunden con el resto. Los días tapón. los días parentesis. Los días que se sacrifican para que existan los otros. Esos otros son los que te suman o te restan fuera del parentesis. Esos días son los raros, los inesperados, los tristes, los excepcionales, los incómodos, los extremadamente largos (días insomio), los anecdóticos, los días primeras veces y los días de despedidas.

Hoy fue uno de esos.

Y hablabamos de las decisiones que te marcan, que te hacen conocer gente, que te imprimen el plan de viaje. Me habló justo en el 152 a las 12.04, mucho frío hacía esa noche y yo había dejado el blazer en casa. Hacían semanas que no escuchaba su voz. La última vez estuvo en mi casa fumando shisha y recitandome los presidentes de la argentina con una inexplicable memoria. Con los pies sobre la pared blanca de casa, traté de cantarle los presidentes de los vices que me iba dictando, en vano. Sabía solo dos o tres. También me preguntó el orden de los 6 que vinieron despues de De la Rua. Fue esa conversación que tenés con alguien solamente porque estás aburrido esperando tu parada para bajarte. le dije que volvamos a vernos.

Caminaba por marcelo t y florida y me sonrie. 12.05 del mediodia.

Me encantan esos días que te encontras con gente por la calle, o en la parada del colectivo, o arriba del tren. O en otra ciudad. Me encanta que la improbabilidad tenga un horario y una coordenada. No puedo pensar que fue casualidad. Las casualidades cuando son casualidades, no existen.

domingo, 2 de junio de 2013

Extractos de una noche de lectura violenta

Me desperté hoy y al lado mío en la cama había una chica.

Abrí los ojos y lo primero que hice fue estirarme y destaparme de todas las frazadas. Tardé cinco segundos en darme cuenta en qué lugar del mundo me encontraba. En que ciudad, en que mes, y en que diemensión. Estoy en la calle Esmeralda, ciudad de buenos aires, mes de junio, con mi mejor amiga que se quedó a dormir como en los viejos tiempos después de una noche de cerveza tirada, dardos y botas texanas (es largo)

Anoche me quedé la tarde leyendo el libro de mi amiga que viaja, Ani. Me dio el manuscrito (va, la primera version de su libro) para que la lea, opine, edite. No voy a sacarle el crédito ni adelantarles nada pero dice, que el primer viaje es como el primer amor y que ir conociendo las ciudades depende mucho de la experiencia personal de cada quien. Yo coincido. Y me puse a hacer memoria de las distintas anecdotas que me pasaron en muchas ciudades en las que he estado, pasado, vivido, visitando o tratandome de escapar de otras. Por que es asi, hay ciudades que sirven para escaparse de otras. Como las relaciones y las parejas. De esta manera, hay ciudades que te terminás enamorando con el tiempo, como Dubai, o son tan feas que te empiezan a generar ternura y te querés transformar el árbol para no irte nunca más. 
Me pasó en Chichicastenango en Guatemala, que la recorrí con 41 grados de fiebre y sin ibuprofeno ni paracetamol. Crei que me moría y bajé cinco kilos en una semana. Extendimos el tiempo en la ciudad feria indigena más conocida de ese pais centroamericano. Desde mi ventana venía gallinas, mamás llevando a su hijos envueltas en esa manta de colores, tamales, y montañas. Me acuerdo también la vez que volví a las seis de la mañana en Atenas después de escalar un monte y escribir mi nombre en una roca arriba de todo, y me abrió un boxeador yankee totalmente desnudo puteandome en español gallego (compartiamos el depto con varios). Me desperté pensando en ese recorrido en Estambul con un taxi, tipo persecusion de duro de matar, cinco o seis cuadras contramano, subiendose por la vereda cerca del barrio de taxim. De como me desloqué el hombro en una montaña cerca de Mendoza, Argentina. Como me miré con un mozo francés cuando cenaba en un restoran de paris, en el barrio latino. De las lluvias infinitas sin paraguas de londres. De como me escondi tomando mate en el primer dia de ramadan, camino a Fujeriah, Golfo de Omán. Del abarazo con Vicky después de tantos años de no vernos en la plaza mayor, Madrid y de aquel otro abrazo de despedida con Asaad en el aeropuerto de Amán. 


martes, 28 de mayo de 2013

los shorts de la discordia

Miré a mi alrededor doblando la cabeza hacia la izquierda. Todavía faltaban cinco minutos. Había cerrado el departamento con doble llave, por las dudas, bien de manual. Vívia en el segundo piso de un departamento nuevo sobre un boulevard a un par de kilometros de la casa de una de las princesas. Estaba en Amán.

Hacían unos 20 grados empezando octubre. Había bajado rápido por las escaleras porque tengo cierta aprensión a los ascensores hermeticos. Prefiero los viejos de tijera, viejas mañas que le quedan a uno y por dos pisos no iba a improvisar en aventuras. Todavía se podía oler el viejo olor a construcción, a cables mojados y tirados, escombros en un rincón y hasta un telefono verde a pulso. Me acuerdo porque sonreí, tengo uno igual pero rojo. Con ese hablo con Clarín.

Me buscó cuatro autos azules después de que bajé. O cinco. Lo suyo no era puntualidad alemana, pero me dijo algo en arabe que nunca llegue a entender, sonrió, cerré la puerta y avanzamos hasta el primer semáforo. Shorts de jean, remera con bikini abajo. Bolso de playa.

Hacía muchisimo tiempo que alguien no me miraba así. A tal punto que me miré a ver si no habia salido con las pantuflas puestas (me ha pasado). Esa mirada de sorpresa, de atención previa a una semifinal por penales. Bajé la ventana para escaparme de ese aroma de limón de lavadero de auto barato. Tenía sed. Y mucha. Aproveche la musica para mirar al costado, un hombre acarreaba unas 23 cabritas por el costado de la avenida del barrio universitario. Sonrei de nuevo, debe ser Moises. Creo que salió el tema del ateismo. De porque tengo un tatuaje y mi amor por la idea de la independencia y la soledad de la rutina de vivir sola. Paramos dos semáforos después. Lo miraba, era tan pero tan lindo.

Me corre la cara y me dice que los de al lado me estaban mirando las piernas. Y si, amigo, pasa. Los hombres miran siempre. Pero me miraban como si no hubiesen visto unas piernas destapadas jamas en su vida. Los jordanos tendrian unos 30. Casi se baja a matarlos cuando cambió la luz. Dos minutos más cerca del mar muerto le pedí parar a comprar una coca en la estación de servicio.

Ashara, shukran. Algo asi como que le cargue 10 dinares (12 euros) al tanque. Quise bajar a comprar mi gaseosa, pero no hubo manera de disuadirlo. Bajar en shorts camino a la playa era como salir desnuda al central park en pleno febrero. No hubo caso. me quede en el auto incapaz de bajar así vestida.

Primera y última experiencia en shorts. Hola bufanda. Pero ese es otro capítulo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Entrevista en FM Identidad


lunes, 6 de mayo de 2013

Preboliche

-Ella está en un partido político, dijo Pepi mientras me llenaba el vaso de una Palermo sin gas

Es una de esas noches que apostás tres pesos y terminás ganando cincuenta y te vas. hasta que alguien, cualquiera, te mira y frente a seis pibes divinos te la manda a guardar. Si, ella, Belén, la del vestido negro, esa es política. Chau, todo encanto, todo delineador, toda sombra que te pusiste es al pedo, perdiste automaticamente todo el encanto de mujer. Pasaste a ser un objeto de desprecio por todos los que te rodean. Es más, suele suceder que se corren la silla para los costados, como dejandote el aire. Será que se darán cuenta que te cuesta más trabajo respirar. No por vos, sino por la piedra de tu amiga y el resto de su santisima inquisición.

Sepan que si te dicen ella anda en politica, es porque no te quieren. los unicos que podrian congraciarse  por ello es si ellos mismos están en el mismo reino. Pero no suele suceder. Por el contrario, después del dictado del crimen viene la sentencia social.

- Ah si? Y donde militas?

Fuiste. Por más paraguas que abras, por más copa de etiqueta negra que pongas sobre la mesa tu condena es firme y tu sentencia es el exilio del resto de las conversaciones. El silencio después de la pregunta es solamente para darle el dramatismo de las comedias griegas.

Hay algo peor a eso que acabas de vivir?

Si, claro. Y como estás en el baile, bailás.

- En el Partido Liberal

Pena de muerte por bruja, a una mujer que escribe con la izquierda y que te dice que el estado es el papá de todos los males.

Y yo ya cambio cerveza por whisky sin hielo. A la salud de todos los estatitas.




sábado, 4 de mayo de 2013

ella le pidio que la llevara al fin del mundo

me hice un rodete a medio hacer, sin gomita, me puse una hebilla para el flequillo y empecé a escribir. me acordaba de esa noche. esas noches que cuando alguien te pregunta, y por qué no me contás una anécdota, te acordás de esa, justo de esa noche.

me había puesto unos tacos, medias negras no muy opacas y un vestido atado en la cintura por una cintita que encontre por ahí. media cola en el pelo con una hebillita verde de mariposa. me pasó a buscar en un auto gris, de esos que no podés acordarte la marca. pensé recién, uno de esos comunes, que tienen unos cuatro, cinco años. me agarró una puntada en el corazón. debe ser que tuve un soplo en el corazón de chiquita que me repercute ahora. si, claro. no es que me muera de ganas de verlo.

tardé dos tragos en enamorarme y tres llamados en desenamorarme.

marqué tu número sin quererlo. pensé tu nombre mientras rompía tu recuerdo en tres tequilas. saque el primer pasaje a la intemperie del primer hombre que me invitó a salir. y aun así, acá estoy. con vos, sin vos.

te espero,

yo, las tres aeme.


lunes, 29 de abril de 2013

me dijeron que escriba lo que se me cruzara por la cabeza

me dijeron que el silencio es complice. que el silencio dice mas. que la indiferencia mata y que el queso roquefort es horrible. que el olor a cerezas con hielo te hizo acordar a mi y que suipacha no deberia ser peatonal. que no te vuelva a hablar. que si no tenemos palabra no tenemos nada. o nada bueno, que se yo. como si el cambio de pensar no fuera habitual. 
me pare, me acerque a la computadora que agonizaba en los ultimos ocho minutos de bateria y compre el primer pasaje a montevideo via colonia. a mi, te juro, la yerba canarias no me gusta. me dijo mariel que las yerbas comunes menos la merced tienen no se que que las hace mas industriales y berretas. me sugirieron tambien que lea bodas de sangre, que la tengo ahi esperandome hace decadas y que no puede ser que me guste lavar los platos. ah, que deberia empezar unas sesiones de terapia. eso, y la lista de supermercado para esta semana

espinaca
manteca
chuker 
yogourisimo con los cerealitos
milanesas de soja tipo caseras
1 k de papa
dos cebollas
150 de queso
tres latitas de coca light y uan de zero
1 de tonica
1 malbec malbec
servilletas
crema humectante
pimienta
aspirinas


viernes, 1 de marzo de 2013

chau



Te dejo con tu vida 
tu trabajo 
tu gente 
con tus puestas de sol 
y tus amaneceres. 

Sembrando tu confianza 
te dejo junto al mundo 
derrotando imposibles 
segura sin seguro. 

Te dejo frente al mar 
descifrándote sola 
sin mi pregunta a ciegas 
sin mi respuesta rota. 

Te dejo sin mis dudas 
pobres y malheridas 
sin mis inmadureces 
sin mi veteranía. 

Pero tampoco creas 
a pie juntillas todo 
no creas nunca creas 
este falso abandono. 

Estaré donde menos 
lo esperes 
por ejemplo 
en un árbol añoso 
de oscuros cabeceos. 

Estaré en un lejano 
horizonte sin horas 
en la huella del tacto 
en tu sombra y mi sombra. 

Estaré repartido 
en cuatro o cinco pibes 
de esos que vos mirás 
y enseguida te siguen. 

Y ojalá pueda estar 
de tu sueño en la red 
esperando tus ojos 
y mirándote.


Mario B.

miércoles, 23 de enero de 2013

Manual para los que votan por primera vez

Vota. Votala a ella. Votala que es facil. No tenés que ni buscar la boleta, seguro que se encuentra justo en frente tuyo. Votala que prometió inclusión, soberanía, y más asistencialismo. Votala te digo, que juró defender una Constitución que llora a escondidas. Votala o te acusarán de no tener corazón. Que si no la votas vendes la patria, serás acusado de traición y lo que es peor, de egoísmo. Agonisarás en el exilio del mensaje. Vivirás en el suburbio de la indiferencia mediática. Conocerás el populismo y morirás por un carisma capaz de llevarte a la cúpula del poder. Votala. Votala que se dice progresista, y que entiende de pobreza. Que su partido lidera multitudes. Te quita con impuestos pero te los devuelve con el futbol. Te insisto porque la conozco. Te entrega una empresa de servicio aéreo, de bandera, es tuya; va, es de todos. Pero también tuya. Sostiene con sus acciones que hacer política es hacer un culto a si mismo. Pero está bien, somos todos animales políticos. Ya lo debes haber aprendido. Que si dejas las decisiones en personas que no comulgan con la idea del bien común nos espera el apocalipsis, una vida reñida ante personas carnalmente inescrupulosas. Nos esperan monopolios, de los peores. Una presión tributaria altísima, y con un gasto público justificado en los iluminados funcionarios públicos que saben lo que hacen. Votala. Está bueno que nos controlen tanto, somos los argentinos, muy desprolijos. Tardás en abrir un negocio, porque quieren que estés seguro antes de comenzar. Que revises todos los análisis. Quizas es una mala inversión. Si me preguntas, mi humilde opinión, ellos y ella, tienen los chakra alineados. Deben ir todos a la misma sesión de reiki. Te aviso para que los votes tranquilos.

Ahora... Si lideras un sentimiento de anomia hacia todo esto, si sostenes un culto de la minoría más mínima que es el individuo y que su libertad es su única bandera. Si crees que una desregularizacion y una descentralización del transporte para que fluja un mercado competitivo y de calidad... Si profesas una libertad de culto y una igualdad ante la ley (no mediante ella), en la eliminación de los subsidos (al cine, al teatro, a las escuelas catolicas) y de los recitales mal llamados gratuitos, de los viajes a países dictatoriales, al gasto de recursos en embajadas innecesarias, en acuerdos sin licitaciones, en corporativismo barato. Si no estas de acuerdo con una empresa 'marca pais' porque estropea el mercado de precios asignando recursos de manera arbitraria... entonces no, no la votes. No la votes porque los efectos secundarios son peores que la propia enfermedad del estatismo. Te verás rodeado de nostalgia por tiempos mejores, de impotencia hacia una fuerza mayor llamada mayoría, y gritando en medio de un silencio hipócriata.

Te saludo con toda la suerte del mundo.

                                                                  Alguien como vos.

 a la libertad.


No me dejes

martes, 22 de enero de 2013

Divino tesoro

Había uno que le decían el ruso. Tenía unos 16 años, era lo más alto que podías ser a esa edad, y, por supuesto era rubio y tenía unos ojos grises difíciles de poder olvidar. Fue el primer y ultimo rubio al cual le dediqué mi total admiración. Yo tenía 13.


Ese viento pampero de finales de febrero en el pueblo Progreso, a 75 kilómetros del norte de la capital santafesina.  Pasabamos días enteros en un campo perdido en el medio de la provincia. Dormíamos en camas con bordes de un metal parecido al bronce. Sin tablets. Sin internet. Sin telefonos de ningún tipo. Eran tiempos de cabalgatas, pic nics debajos de eucaliptos puntualmente plantados. De empujar el Renault 12 verde después de una noche de tormenta los más de 15 kilometros que nos separaban de la civilización. De asados a la cruz. De ese olor a pasto mojado, fresco, del rocío. De mañanas de mates amargos limpiando un tanque australiano donde nos tirabamos a sacar los sapos que osaban compartir con nosotras el agua verdosa. De tardes de pesca es un arrollo perdido a unos 20 minutos de trote sin parar.

De tormentas y noches de truco con el ruso y el resto que venían cada tanto. De tardes de querer sintonizar canal 9, libertad. Solía desayunar unas galletitas saladas con una queso tipo mantecoso marca... una marca local, sublime. Eran como ocho los otros. Y mis hermanas y yo. El arbol, dios, si no lo recordaré, imposible... trataba de subirlo todos los días. Me resignaba razgada de todas las astillas en mi cuerpo. Si me preguntabas en ese momento qué quería ser cuando fuera grande, te decía alpinista. Una época sin necesidad de anteojos ni de marcas, ni de horarios. Sin responsabilidades. Sin ataduras. Sin amores imposibles.

Como pierde uno cuando crece.

jueves, 17 de enero de 2013

Ajlan

 Debe haber sido que me dormí entre los check points.


Belén estaba sentada en el asiento de la ventana, demasiado abrigada para la fecha, octubre. Si mal no recuerda ella, el viaje se programó unos días después del cese de bombardeos en Gaza. Estaban en un bondi marca Mercedes a unos pasos del río Jordán y deben haber estado hablando de la película argentina del año 92, El Lado Oscuro del Corazón, porque se los veía muy animados. A su lado, y mientras el colectivo con chapa jordana empezaba a retroceder para salir, estaba Juan, acomodando el lente 55-200 de la d3100 que acababa de comprarse.

10 dinares de impuesto de salida (creo que nunca voy a terminar de entender eso), creo que habían un par de americanos. Ah, un español que vivia en USA, algunos coreanos y el resto todos palestinos. Palestinos o palestinos-jordanos en un colectivo rumbo a... Israel. 

Llegaron al primer check point (5km por la ruta) con las ametralladoras esas que no son las soviéticas, por supuesto. A los costados, soldados. Siguieron arriba por unos 120 segundos más hasta que se abrieron las puertas y la primera cola que ya les habían advertido.

Vas a tener unas 3 horas de espera en la frontera. 

Les dijeron. No lleven los hatta (pañuelos arabes de hombre), no lleven nada de Jordania. Viajen livianos. Respondan corta y educadamente a los oficiales migrantes. Vayan preparados. Y finalmente que se cuiden que los israelitas son jodidos.

Segundo check point. Pasa Juan, paso yo. Solo mostrar el documento. El la primer cola, una peruana-palestina les muestra a modo anecdótico su visa para poder entrar. Ella vive cerca de Bethlehem, trabaja en una coperativa. Habla buen español limeño de miraflores. Les traduce, porque un arabe le quita el pasaporte a Belén para ponerle algún tipo de sticker.

No se preocupen. Acá les pegan viste una sticker que dice que entran sin maletas. Ven, ahí les marca el número cero. Tranquilos. 

Pasaron el primer control. Otra cola.

Oh. Argentinos. Sonrisa. Que disfruten su estadía me dice que israelita con fusil en un castellano porteño sacado de los peores capítulos de Rebelde Way y Chiquititas.

Tres mostradores diferentes. Una para Palestinos. Otra para jordanos y otra para el resto del mundo. Nunca tan felices por tener un pasaporte mercosur. Reproducciones, ahora, de la conversación con la oficial en cargo.

por favor me entrega el L-17 form. Debo regresar a UAE. No me estampe el pasaporte. (Caradepocosamigos)
a que venís a Israel?
turismo. a conocer jerusalem.
y donde te vas a quedar, pasame la reserva del hotel
no tengo, hay vasta disponibilidad dada por los sucesos de la semana pasada.
como se llama tu padre?
eduardo
cómo se llama tu abuelo, tenés familares en Jordania?



5 minutos después, sin inspección de equipaje cruzaron la línea imaginaria que separa el mundo arabe del... arabe y hebreo. Todas las señales de tráfico, todos los carteles de publicidad, todos los servicios están en tres idiomas. Inglés. árabe y hebreo. La mayoría fala estos tres. Sin mayores inconvenientes se adentraron en un desierto. En otro más. Este aún más conflictivo. Este, un desierto con aire más espeso y con presión baja.

Cerré los ojos y me imaginé las catapultas de las primeras cruzadas. 

miércoles, 16 de enero de 2013

de existencialismo hablabamos

"¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción;
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."

Pedro Calderon de la Barca





sábado, 5 de enero de 2013

juntando las puntas

1672 kilometros  y dos fronteras desde el garage del auto en el centro de Buenos Aires. Eso es lo que recorrimos hasta llegar al norte de la isla de florianopolis, estado de Santa Catarina, Brasil. lala. Brasil.

Se que queda pendiente un post mas de Jordania, uno de aman especifico, uno de petra, uno de jerusalem, otro de palestina y un ultimo post de dubai, de despedida. Pero ahora no. Agora estoy en brasil. el otro dia, Eduardo, mi viejo, me mira, y sonriendome pensativo me dice 'te pasas de un extremo a otro Belén, del frio de -23 en nueva york, a los 50 grados del desierto arabe' mientras terminaba, por fin, un mate dulce con yerba suave sin palo que compré antes de salir. Y... es verdad. No es sólo el hecho del clima (o tiempo, cuál será la diferencia?) sino las costumbres y tradiciones de ambas culturas. Me pasé de un estado con ruler, leyes autoritarias personalistas, de tradición islámica, de mujeres tapadas tipo ninjas, a una cultura que no tiene miedo, ni fobia, ni vergüenza  ni curiosidad, de mostrar el cuerpo como más le da la gana. de bailar en la calle, de sonreír a cualquiera, de ver el cuerpo como algo natural e incapaz de juzgar con la mirada el ajeno. En menos de 2 semanas pasé de uno al otro.

 Llueve, esta nublado. Sale el sol. Un arcoiris. Vuelve el chaparrón. Todo en cuatro minutos y medio. El tiempo está indispuesto. Nada que caetano, gal costa, joao gilberto no hayan pronunciado. Hace calor. son las 12 de la noche y tengo un short de jean y una remera rosa con una frase en frances. sweaters, en el bolso, ni los baje. Está el ventilador prendido, cerré el mosquitero, prendí el espiral y auyenté hace unas horas la lagartija que nos apareció en el baño. Mini, ella, unos 4 cm de eslora diria el capitan hook.

A mi izquierda tengo el libro, el best seller que me recomendó mi amiga lola de dubai y mi amiga agos en buenos aires. es una novela semi pornografica llena de lugares comunes y escrita de facil lectura. voy 4 dias y me lei un libro y medio. El, el sr. Grey, es todo lo que los hombres no son. A mi derecha está el vaso de agua (no puedo dormir sin el) y mis anteojos para la noche.