y rock n' roll

La verdad que del tema se poco y nada. Ni de grodas –drogas- ni se de su distribución, permisos y demás. Me hago cargo y hablo desde el sentido más loco de todos, el común.

En mis 24 años de experiencia en el vivir he tomado varias cosas, sepase, antibióticos, aspirinas, migrales para el día después, antiinflamatorios, ibuprofenos, y otras afiliadas al mismo sindicato. Ayer salí a correr –vamos a darle contexto a la anécdota-, y cuando volvía la rodilla izquierda pidió el cambio. Hoy directamente me moría del dolor. Esperando que se me pasé, hice de todo justamente para no pensar en eso. Hasta que decidí caminar hasta la esquina y comprarme algo que directamente me anestiece tanta puñalada. Pasé por el kiosco, pregunté y volví, uan vez más, a putear a tanto burócrata que hace leyes para prohibirme a mi comprar pastillas anti dolor en cualquier lugar que no sea una farmacia. Basta de divagues, señores. Déjenme ser feliz.

Seguí caminando bajo el sol –divino estaba- hasta la primer farmacia y, arrastrada ya, le pido un antiinflamatorio, diclofenac, dioxaflex, etc. Terminé comprando un diclofenac 50 con miorelejante. Nota: solo bajo receta. La miro con cara de, notuvetiemoparairaunaguardiaporfavorayudame. Salí de la farmacia con una sonrisa de haber hecho las cosas mal.

Digo yo, por qué tanta regulación en los medicamentos? Porque no dejar al paciente que tome lo que tenga ganas. Si es responsable irá a un médico para que se lo recete y si no, sufrirá las consecuencias de su negligencia… Será que acá hay tanto avivado que al fin y al cabo la anarquía existe.

Cuando estaba en EUA y moría por un ibuprofeno no me lo querían vender, solo bajo receta médica. Solo aspirinas que son tan suaves que parecen placebos. Con la indicación escrita adecuada de qué es lo que es –y no engañen- cada cual debería poder comprar morfina en cada kiosco, farmacia, stand, o estación de servicio.