Mientras

leía enfoques un domingio cualquiera por la tarde. El momento de anagnorisis. Je vous aime pas plus.

Crónica de una tarde de té

Qué sería del peronismo sin pobreza?, mamá cretina que nos cuida, y la eliminación del artículo 14 bis. Vuelta a la constitución de 1853, la verdadera. Mercados libres. Protección de la propiedad privada. Reglas claras. Esto pasó. Esto se dijo en Argentina el 15 de diciembre de 2010.

Como esos sueños que parecen tan reales, alguien habló con principios arriba de un estrado. La consiga fue reunise bajo una misma palabra, movimiento, esperanza: la libertad. Liberales clásicos, conservadores, libertarios, anarcocapitalistas, y hasta algún liberal de lzquierda (existe tal cosa?) dijeron presente en el acto que organizó Libertad Querida! en el paquete hotel Four Seasons en el barrio de Retiro.

Un poco de bosanova (aunque lo prefiero en Brasil y con caipirinhia), un tango, y Come what may, de Moulin Rouge distendieron las ánimas de los más de 350 liberales presentes en la sala. Términos absolutamente aplaudidos (dejen de cuidarnos, de saquearnos, de tomar decisiones por nosotros, que nos dejen interactuar voluntariamente, que respeten las instituciones, que la riqueza se crea, la igualdad ante la ley y no mediante ella y más y más y más). Intervalo y en el tea party argentino se tomó mucho café con leche. Masitas de abuela en tazas de porcelana y estamos todos invitados a tomar el té. Mucho beso va beso viene, somos pocos y nos conocemos mucho diría mi tía.

Unios, estimados. Unios para que se escuche, cada vez con más fuerza, el grito sagrado. Y sino. No te pedimos tu consejo ni tu apoyo. Inclínate y lame la mano que te alimenta. Que tus cadenas sean livianas, y que la posteridad olvide que fuiste nuestro compatriota.

HOY

Me verán en el evento de Libertad Querida, hotel Four Season a las 18.

Un día cualquiera

No sabés qué hora es.

Primer paso

Segundo, si se quiere, modificar la ley de loteos.

Yo me pregunto...

Mauricio Macri señaló a “ la inmigración descontrolada ” como la causa de los hechos de violencia que se vivieron en Villa Soldati y se ganó un fuerte rechazo , no sólo de la oposición política sino también de la embajada de Bolivia en Buenos Aires, que le pidió una rectificación publica. Clarín.

qué piensan de si mismos los que se llaman liberales con este personaje de derecha?

amen

para los que alguna vez

nos enamoramos en un bar.

Me subo al 17, 28 mil grados, y adelante mío, una chica con un portafolio que me hizo mirar al piso. Sube, sin monedas a mano, sin un buen día, nos tuvo al resto de los mortales esperandola. Estoy moelsta y son esas pequeñas cosas de la vida diaria que no me gustan, no me agradan, y no entiendo porqué siguen pasando.
Las servilletas de las cafeterías que mas que absorber y limpiarte te desparraman la mugre.
Esos pibes que no cambian el chamuyo ni de casualidad. A mis amigos del estacionamiento que todos los dias estoy hermosa.
A los que se paran en la bajada del bondi y no bajan. Son toda una tribu.
Con los del call center de Personal que cada vez que llamo agarro lo peor de Córdoba capital.
A los que piensan que hay que seguir la ley sólo proque es la ley.
Y muchos otros.

Gordo, me voy a comprar medio kilo de flautitas, ya vengo

y rock n' roll

La verdad que del tema se poco y nada. Ni de grodas –drogas- ni se de su distribución, permisos y demás. Me hago cargo y hablo desde el sentido más loco de todos, el común.

En mis 24 años de experiencia en el vivir he tomado varias cosas, sepase, antibióticos, aspirinas, migrales para el día después, antiinflamatorios, ibuprofenos, y otras afiliadas al mismo sindicato. Ayer salí a correr –vamos a darle contexto a la anécdota-, y cuando volvía la rodilla izquierda pidió el cambio. Hoy directamente me moría del dolor. Esperando que se me pasé, hice de todo justamente para no pensar en eso. Hasta que decidí caminar hasta la esquina y comprarme algo que directamente me anestiece tanta puñalada. Pasé por el kiosco, pregunté y volví, uan vez más, a putear a tanto burócrata que hace leyes para prohibirme a mi comprar pastillas anti dolor en cualquier lugar que no sea una farmacia. Basta de divagues, señores. Déjenme ser feliz.

Seguí caminando bajo el sol –divino estaba- hasta la primer farmacia y, arrastrada ya, le pido un antiinflamatorio, diclofenac, dioxaflex, etc. Terminé comprando un diclofenac 50 con miorelejante. Nota: solo bajo receta. La miro con cara de, notuvetiemoparairaunaguardiaporfavorayudame. Salí de la farmacia con una sonrisa de haber hecho las cosas mal.

Digo yo, por qué tanta regulación en los medicamentos? Porque no dejar al paciente que tome lo que tenga ganas. Si es responsable irá a un médico para que se lo recete y si no, sufrirá las consecuencias de su negligencia… Será que acá hay tanto avivado que al fin y al cabo la anarquía existe.

Cuando estaba en EUA y moría por un ibuprofeno no me lo querían vender, solo bajo receta médica. Solo aspirinas que son tan suaves que parecen placebos. Con la indicación escrita adecuada de qué es lo que es –y no engañen- cada cual debería poder comprar morfina en cada kiosco, farmacia, stand, o estación de servicio.

Fria por favor

El Congreso cambió de nombre. Se acortó, la letra h no le hacía juego. Y la profesía autocumplidora por fin desestimó su función. Tanta autoestima de sus miembros le juegó una mala pasada –menos mal- y dejaron de hacer tantas leyes. Tantas?

Paul Watzlawick siempre lo supo. Sus axiomas reflejan lo que pocos en el gobierno entienden y por eso estiman al conflicto como único medio de comunicación. Son nenes de ocho años pegando para llamar la atención. El causa-efecto no es tal, pero el psicoanalista de turno se le olvidó comentárselos. Le habrán pagado con los papelitos del estanciero. Cuando le preguntaron a uno que le cobraron 100 pesos estacionar el auto para el recital del ex beatle contestó con un viceral: es que hoy, con 100 pesos no haces nada. Son dos cenas. Individuales calculo, pobre mujer, la tiene a dieta.

Y Paul, sigue como el ex pulpo prediciendo mejor que Nostradamus, el chanta. Todo comunica, desde un silencio, hasta una indiferencia, una ausencia, un grito, una mirada, y un cachetazo. Si, lo último lo dije para alguien que se haga cargo. Es el cómo, no el qué el que dice más. Mire por la ventana un segundo, una chica de mi edad entró llorando al bar y pidió una cerveza. Es como las películas, pensé. Se sienta en la barra, toma la Otro Mundo fría (estaba cerca), y llora. Si si, lo vi. No cambió, sigue igual. Por que tal como dice Dr. Hopuse, everybody lies.