Post elecciones

“Change has come”. Y la esperanza dio lugar a la realidad. Cual Mick Jagger, Barack Hussein Obama sube al escenario para saludar a sus seguidores. Los gruppies de la política lo creen un santo capaz de hacer milagros. No es para menos. Del otro lado del país, Mc Cain asume su derrota y llora de alegría. No será él quien reciba al Titanic.

Acá las elecciones merecen respeto. No tildan a todos los políticos de corruptos. No les desean lo peor. Los quieren. Les creen. El primer presidente negro (o afro americano) hizo todo lo que tenía que hacer para ganar. Como dice Antonio Machado “en política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire”. La gente pedía a gritos un cambio.

CATO organizo un cóctel para las elecciones. Después de dos años de campaña (por fin) todo termino. Eran las 8 de la noche (20 hs, mejor) y aun estaban los que creían que Mc Cain “tenia un shoot”. Increíble. En fin. Para las 10, Obama tenia casi 270 votos (los necesarios para asumir) y el republicano no llegaba a 200 (no llego nunca). Después del evento en el edificio donde trabajo, nos dirigimos todos o casi todos hacia Chinatown, a un bar llamado “Rocket”. Directo a la burbuja espacial del mundo electoral. Debo aclarar que los que estábamos en una burbuja éramos nosotros, los “libertarios”, porque todo el bar (que digo, todo DC) estaba con Obama. Di gracias a Dios que no soy estadounidense y que ‘estas’ no eran mis elecciones.

10.40 pm. Tenia que estar como máximo a las 11.30 en lo de las monjas. Benditas ellas. Salude a mis amigos, a los exis que siempre aparecen, y me fui rumbo a Gallery Place Chinatown Metro Station (nada de Agüero, Bulnes, Callao, nombres cortos eh). El metro a esa hora viene cada 20’…A una parada de la mía, alguien de atrás del vagón grita (si, grita) EEEEEE OBAMA NEW PRESIDENT. Aplausos y gritos. Igual que cuando aterrizas de un avión de aerolíneas argentinas. La gente se abrazaba (me abrazo un extraño sentado al lado, que onda), cerraban los puños, hacían llamados…. Bajando las escaleras del metro la gente hablaba entre ellas. Uno me pregunto a quien había votado. Están todos locos.

Me sentí cual final de mundial de fútbol por penales en un país extraño. Me falto el viejo con el walkman y los auriculares con la mirada perdida en la ventana del metro (ya por esa altura el metro no va bajo tierra). Llegue y lo que menos quería era saber por cuanto había ganado. Que importa. O si. Quien sabe. La hermana Enriqueta miraba como van a quedar las plazas en el Congreso.

Obama sobrevivió al país de las Maravillas. El mundo del revés es según de donde lo mires. Por ahora todo bien. Obama “Godot” Presidente. Salud.