Y volví del noreste uruguayo con escala en Montevideo. A mi este país me puede. Y me acordé del libro de García Hamilton, tristón, de la cara de Juan Bautista y de los versos del poeta Marmol. Pero el que busqué con grata desesperación cuando volví, fueron los versos de Juan Cruz Varela. Todavía hay España entre nosotros, entendiendola así, como la in-voluntad de servir al otro, como la simple y llana agresión de quitarte lo que es tuyo para darselo a otro. Basta de Rosas, anacronismo y llanas representaciones de las escuelas alemanas del posmodernismo, aun insistentes en las mentes porteñas...

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