viernes, 29 de julio de 2011

el muerto

Con los números tengo una relación de amor-odio. O de odio-amor, mejor dicho. Hubiera seguido licenciatura en matemáticas, pero por alguna extraña razón siempre relacioné la vida con algo concreto, y me costaba pensar en un log y en la extraña situación de que se había roto el lavarropas. Y todo el tema de las casualidades, el azar y las nubes de cenizas volvieron esta semana, como dibujito animado. Esa nube que te sigue, y se pone arriba tuyo esperando que salgas del techo.
Esta vez el número fue el 47. No paro de verlo en todos lados. soñé con él, ayer subía un archivo a un ftp y quedaba colgado al 47%. Fede me habla por facebook, divaga con el mismo porcentaje hablando de las elecciones del domingo. Me fui antes del trabajo, tenía que hacer unas compras, y me dan de vuelto, 47 pesos.
compro la noctura, dije en voz alta cuando estaba doblando por las heras; frené y tuve ganas de saber qué significaba. Mire el reloj y eran y 49. Cómo se predispone uno cuando quiere...

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