jueves, 9 de junio de 2011

sin brújula

Yo creo que mucho de lo que puede captarse del espíritu de una ciudad lo dan los viajes en taxi. Me he tomado este transporte en varios países de latinoamerica, todos distintos. Cada viaje en taxi es un mundo distinto. No es como el colectivo, ahi todo es igual, rutinaria la forma de poner las monedas, de sentarse siempre en el mismo lugar (si tienen la suerte de ir sentada como yo al final de todo, al lado de la ventana izquierda). En el colectivo es imposible interactuar con alguien, hablar por teléfono o si quiera leer el diario. Los choferes de taxis miden el índice de cómo está la sociedad, sus costumbres, son su espejo.

Saben leer al pasajero. Hay un código implícito, si no les hablás, no te hablan; eso me pasó en todos lados menos en Nicaragua. Nunca vi gente tan preguntona porque no podían creer que veníamos de tan abajo. A pesar de todo esto, hubieron tres ciudades a los cuales viajar en taxi es directamente un mito, un experiencia religiosa.

Nueva York
. Me debo haber tomado cinco taxis en nueve meses. Hay que tirarse literalmente encima para que frenen y que no te lo saque el pibe de traje que viene atrás. Es todo cuestión de actitud. Te subís y el 0% de los que manejan son locales. Se sabe. Son todos de Senegal -practicaba mi pobre francés con ellos- o Paquistán, Bangladesh e India. La interacción no existe, sólo quedaba mi fascinacion por los turbantes, música instrumental de fondo y el mini LCD que tiene la parte de atrás para publicitar todo lo que no podía comprar. Las llamadas son -todas- ilimitadas y se la pasan hablando por celular las 24 horas, desde que te subís hasta que te bajás, total pagas (te autopagas con la maquinita) con tarjeta de crédito post propina del 15, 20 o 25% del viaje. Regateo, categoría inexistente.

Atenas. este viaje en taxi fue genial. 40 grados a la sombra y empezaba el beach volley cerca de la costa, Argentina vs algun país de europa del este. No llegaba y decidí invertir (euros!) en un taxi hasta allá. Parada en la estación del bondi 232 (divino, esos bondis petizos, azul francia), veo pasar uno y lo paro cual porteña en avenida santa fe. Pienso, se parará así? me vio y paró quien sabe si por mi seña poco espástica. El con un inglés teveziano, yo con tres palabras de griego que había aprendido en mis mas de 20 días en esa historia con ciudad. Le muestro el mapa, y me animo a decir Syntagma parakaló (creo que era pro favor y el nombre de la plaza para el lado que tenía que ir). Asentió y emprendimos el viaje. Atenas tiene mil calles iguales y ante el nombre de la calle hay que decir el barrio, las calles dan vueltitas y te la regalo leer lo imposible. De repente el auto frena sin semáforo y la calle vacía, abre la puerta del pasajero un tipo de unos 30 años. buenmozo, divino. Eso lo vi después. Antes me agarró pánico y abri el seguro del otro costado dispuesta a tirarme, bajarme del auto quieto! Miro al pibe, miro al taxista y con la mejor cara de what pass, intercambian unas palabras, escucho 'Syntagma' y 'argentini' y me explica el chico que el iba para el mismo lado, compartíamos taxi y costo. Frenamos una vez más, pero la señora no tuvo la misma suerte, así que terminamos el viaje, mi amigo griego, el pibe y yo en Syntagma. En el interín hablamos de casamiento y que el anillo de casados lo usan en la mano derecha. Y un par de boludeces mas. Me bajé dos euros y medio después de aquella parada del 232.

Buenos Aires. Y, no podía dejar de mencionar a LA city. Todo este post empezó anoche a las 22 (antes del cambio de reloj). Me lo tomo en Cabildo y José hernandez para el lado de Nuñez, Edgardo tenía la radio puesta, 93 punto algo. Y ahí hablé yo. Porque tenía ganas de charlar un rato. Siempre hablan en inglés en esta radio? No, viste, es raro... pero es la radio de este Cattaneo, el DJ. -miro para abajo en clara ignorancia- Yo en realidad, te soy sincero incursioné en esta música hace muy muy poco. Lo que pasa es que ya no me aguanto más el regetton. Sonrío y miro por la ventana, doblamos en blanco encalada. No para- porque yo escuchaba regetton, pero soy recien separado... y... -me mira por el espejo semitorcido- cada vez que escucho esa música me acuerdo de ella, así que decidí escuchar electrónica por un tiempo. Es terrible. No puedo parar... No se que hacer. Fumás? Fumamos querés? No, no fumo pero te ofresco un cabsha. Es esa confianza que te ofrece un extraño... de repente le contás lo que no le contaste a nadie.

5 comentarios:

cecilia olive dijo...

ame este post!!! coincido que el viaje en taxi es extremadamente representativo de una ciudad y su cultura.

perooooo disiento con el tema codigos, al menos en bs as se han perdido. para mi es señal de lo mal que estamos que los tacheros te hablen sin parar contandote sus problemas (en vez de escuchando los tuyos)... he llegado a decir muchas veces "disculpame pero estoy agotada no tengo ganas de charlar..."

en fin....

y tenes que viajar en mi bondi. yo charlo bastante con mis colectiveros, obviamente, primer asiento de la fila de uno. :-D

Anónimo dijo...

93.7 delta fm
la mejor radio de la ciudad

atentamente,
tu enemigo musical.

Anónimo dijo...

fe de erratas: es 90.3

Belen Oda Marty dijo...

jajaja yo acá viajo bastante en taxi cuando puedo (o me pagan) y por lo gral la mayoria son muy respetuosos si te notan callada...

y adam.... consideranos enemigos publicos. tenemos que pactar una zona de gris musical para cuando estemos en el mismo auto.

Aniko dijo...

me encantó!!
el taxi de Nicaragua que mencionás... ¿fue conmigo? :D No recuerdo a ese taxista curioso! ... Me acuerdo de uno que nos llevó por Tegucigalpa y nos contó lo peligroso que era el mercado (mientras manejaba por el mercado).
Acá en Asia no existe eso de que no te hablen, por más de que tengas los auriculares puestos y libro en mano, son muy curiosos y no paran de hacer preguntas. Menos en China, donde no pude comunicarme más que por señas y papelitos con indicaciones en chino.
Te quiero Belu, besos!