Una vez mas…con ustedes, la bondad del Estado. Sí, es impresionante, no deja pasar una sola sin ayudarnos. Es tan bueno que tiene pensado para nosotros nuestro futuro y nos protege del mal. Es como la hormiga atómica.
Trabajo en una agencia de fotografía. Y de repente un jueves cualquiera, uno se topa con estas bondades que les comentaba. El encuentro con ellas fue algo así:
- Yo: y por qué no llamamos a Fulano para la cobertura del domingo? Es en Avellaneda y el vive por ahí. Aparte es uno de los mejores en fútbol.
- El: porque ya tiene 23.
- 23?
- 23 coberturas, pensé que sabías.
- Y?
- Y si te factura la 24 te puede armar quilombo porque puede considerarse staff. Mas de 23 en un año desde su primer factura. Y todavía le falta un mes. En un mes lo volvemos a llamar.
- Pero… ni una cobertura de una hora puede hacer?
- Nada, che.
Brindando por la ayuda estatal, ni buscada ni querida
Por hacer de más, hace de menos. Ese fotógrafo se perdió, si se me permite, de xxx cantidad de dinero. Ese o ningún otro fotógrafo puede facturarnos más de 2 coberturas mensuales. Claro, si es una changa se tiene que jugar por si más adelante le sale una mejor. No puede hacer de más, por lo menos legalmente.
Esas pequeñas anécdotas del monstruo que se comió la libertad. Es el Shiva occidental. Y el dolor de cabeza de muchos. De todos.